DETECTIVE LARSON KANE

LARSON KANE

El detective Larson kane, había sido periodista toda su vida, pero hechos acaecidos en la ciudad de Chicago, despertaron el agudo sentido olfativo de otras realidades más allá de ser un avezado articulista del Tribune de Chicago. Tenía una pericia singular y evidenciaba una inteligencia y agudeza inusual para un periodista. Siempre había sido una persona normal, un poco introvertida, aunque gozaba de la presencia de buenos amigos y carecía de enemigos. 

Una mañana leyó en el periódico que una serie de personas habían sido encontradas muertas en diferentes puntos de la ciudad, quienes las encontraron declararon su estremecimiento y el horror que habían sentido en ese momento. Tanto el forense como el médico que examinaron los cuerpos habían determinado que el infarto había sido la causa de la muerte en cada uno de ellos, en total habían sido cinco personas. No se encontraron signos de violencia. Estaba claro que nadie se creyó el informe policial y la declaración pertinente realizada a los medios de comunicación fue para salir del paso. 

Larson Kane dejo su oficina del periódico donde trabajaba en el Chicago Tribune después de hablar con el jefe de policía Jeff Preston de la comisaria número 5 en el distrito de West Side. 

Al llegar a la comisaria el jefe Preston le dio permiso para que visitara la morgue y viera los cuerpos, sabía que Larson podía ayudarlo en sus pesquisas y no tardo ni diez segundos en dejárselo saber. La perspicacia de sus artículos así lo demostraban. Larson no solo tenía una columna donde exponía su opinión personal sobre las cuestiones políticas de la ciudad, también gozaba de una sección semanal dedicada a los relatos de misterio, donde miles de personas le seguían semanalmente. Era agudo e inteligente, y manifestaba maneras poco ortodoxas de visualizar los signos de un fallecimiento. 

Era el primer habitáculo diseñado para mantener la intimidad, identificar los cuerpos mediante una base de datos en toda la ciudad. También tenía un laboratorio y una sala para las prácticas forenses donde la salubridad era algo esencial. Las autopsias se realizaban sobre una mesa de mármol, y los órganos extraídos iban a unos recipientes para conservarlos al más puro estilo de las películas de terror. Las ropas y pertenencias acababan en una sala contigua donde después incineraban si nadie las reclamaba. Los cuerpos permanecían en camillas metálicas hasta su entrada en los nuevos frigoríficos y de allí al cementerio. 

Preston se acercó a uno de los cadáveres y destapo la sabana con la que estaba cubierto, hacía poco que le habían practicado la autopsia, nada más verlo, Larson destaco un hecho tan obvio que le extraño que a la policía forense se le pasara por alto. 

 _ Este hombre ha muerto de miedo y me supongo que todos los demás tienen la misma expresión en sus ojos. 

 _ Así es, _ dijo Preston mirándolo asombrado. _ Alguien ha sido capaz de sorprender a estos incautos con tal avidez que le han dado muerte al instante. 

 _ ¿Alguien ha buscado en los alrededores, han encontrado alguna pista que nos dirija hacia un punto en concreto? 

 _ Pues no, ya que al no haber indicios de violencia y los forenses declarar una muerte por infarto, el caso de los cinco, como de esta manera se ha calificado el expediente, se ha cerrado. 

 _ No te has dado cuenta de que tienes una serie de asesinatos entre tus manos. Tendrán que volver a abrir el caso y buscar cualquier indicio que os lleve hacia sus asesinos. Alguien o algo los ha asesinado. 

Un nuevo giro de los acontecimientos había hecho que Preston reuniera a una docena de hombres para peinar las calles donde se habían cometido los asesinatos. Debían de encontrar indicios para poner sobre aviso al alcalde. 

 Sin saber cómo la filtración había llegado a los medios de prensa, los nervios estaban a flor de piel, la moral de la gente empezaba a quebrarse y el caos se desataba en las calles. El alcalde y la concejalía habían convocado una reunión masiva para establecer nuevos parámetros y poner sobre la mesa una nueva realidad que estaba quebrando la ciudad de Chicago.

El alcalde Wilson puso sobre la mesa algo que podía estar desatando el caos en la ciudad, LA MANO NEGRA. Esta organización criminal había formado parte de la leyenda urbana durante años, y aunque su nombre se pronunciaba en todos los clubs de la ciudad, siempre se había creído que era solo un nombre, y por lo tanto nunca existió para la mente de la policía. 

 _ Señores nuestra comunidad está siendo menoscabada por una organización que siempre hemos pensado que era solo una leyenda urbana. Dentro de la comunidad italiana y desde el incidente de Hull House, parece que estamos sufriendo una violencia intrafamiliar inusual, y que ha empeorado con la entrada en vigor de la ley Volstead. Los Speakeasy, como así los llamamos o bares clandestinos han aumentado al igual que movimientos de la ilegalidad y el contrabando. Me temo que estamos frente a un nuevo fenómeno criminal para el cual no estamos preparados. 

Mientras el alcalde seguía hablando el alguacil hizo llegar una carta a Larson kane, dijo que un chico joven de no más de quince años la había dejado especialmente para él, menciono su nombre explícitamente. Preston se había dado cuenta y con la mirada me atrajo hacia una de las ventanas de la estancia. 

 _ Que extraño, ¿no te parece? 

 _ Si, en realidad si lo es. 

 _ No sé si deberías abrirla. Creo que puede ser de la Mano Negra. Sus tácticas implican enviar cartas a sus víctimas bajo amenazas veladas o explícitas. Muchas veces con secuestro, incendio premeditado o asesinato. 

Larson abrió la carta, en su interior había una cantidad especifica de dinero y una hoja de papel crema con el símbolo amenazador firmado con una mano de color negro, «sostenido en el gesto universal de advertencia». En el reverso había una dirección, Murder Town 21, Pilsen. 

_ Discúlpame Preston, tengo que hacer una llamada. 

Larson volvió al periódico del Chicago Tribune para revisar algunas de las fotografías de los últimos asesinatos, daba vueltas de un lado a otro del escritorio cavilando la posibilidad de que algo no encajaba en todo aquello. Paso más de media hora viendo esas fotografías. Algunas de ellas se acentuaban en el espanto y en el horror que reflejaban sus miradas. 

Larson encendió su pipa y llamo a su amigo del New York Herald, era tarde, pero si estaba en lo cierto estaría en la oficina del periódico recabando la misma información que él. 

 _ Dash al habla. 

 _ Soy Larson, _ Sabía que me llamarías un día u otro, creo que hemos resuelto el enigma detrás de la Mano Negra, pero es peor de lo que habíamos pensado. 

 _ Escucha Dash, el alcalde y el departamento de policía están equivocados, creen que los altercados de los últimos días vienen provocados por la acción de la organización de la Mano Negra. 

 _ Escúchame bien Larson, he estado recorriendo la costa oeste, y en todos los estados he recogido hechos sobrecogedores. _ La voz de Dash sonaba lenta y dificultosa. _El asunto es extremadamente extraño, como estoy seguro de que te parecerá a ti, sin embargo, jamás hubiera pensado que tendría algo que ver con ella. El caso más parecido al de Chicago es el de Carson City, en el estado de Nevada. Cinco mujeres entre los cuarenta y cuarenta y cinco años sufrieron un paro cardíaco como resultado de algún shock causado por un susto). Todas la misma noche, todas ellas cerca de sus casas, pero jamás se supo de manera precisa la causa de su muerte. Creo fervientemente que la Mano Negra tiene vínculos con alguna sociedad esotérica de Nueva Orleans, sus tentáculos van más allá del orden social y sobrepasa el poder político de los estados. 

_ Entonces estábamos en lo cierto, nuestras investigaciones han dado su fruto, y ahora estamos en el punto de mira. 

Larson se despidió de su amigo al otro lado de la línea, mientras daba una calada a la pipa. Sin pasar a analizar sus sentimientos tenía la convicción irracional de que todo fuese una mala pasada de su subconsciente, pero la probabilidad de peligro cada vez mayor descarto de plano dicha posibilidad. Le habían hecho entrega de una carta y tenía que presentarse ante esa organización en la sombra. No parecía una buena decisión debido al aura ominosa que había a su alrededor, pero no tenía otra opción. Debía presentarse ante ellos, fuesen quienes fuesen. Hasta que no abandonó la sede del periódico no comprendió la enormidad de la tensión a la que estaba siendo sometido. 

Cuando Larson llegó a la calle Murder Town 21, Pilsen, abrió la puerta de un edificio de estilo victoriano, observo el silencio del miedo, apenas sintió los olores que desprenden las estructuras antiguas de siglos perecederos, candelabros, estatuas de mármol, cuadros avejentados, o la virtud de la madera y el estímulo de los secretos reservados. Parecía encontrarse solo, hasta que de repente una sombra emergió de la nada, sus pasos inertes se detuvieron justo en el umbral de la puerta por donde esperaba que yo pasará, una tras otras las puertas fueron abriéndose ante mí, y la sombra en forma de hombre que me seguía imperturbable. Un temblor empezó a recorrer todo su cuerpo al ver libros desmembrados por todos lados, fotografías de recuerdos pasados que ven pasar el tiempo con voracidad, las estancias cada vez eran más pequeñas sórdidas, una señal de la sombra en forma de hombre lo invito a entrar en la que parecía ser la última estancia, como si todo lo que hubiera esperado toda su vida estuviera ahí dentro. 

La puerta estaba cerrada, el picaporte no se movió esta vez para dar paso al Sr. Larson, el tiempo se paralizó ante él como una marea velada. Los segundos pasaban lentamente, como si el tiempo ralentizado y gelatinoso fuera diluyéndose despacio sin el flujo de la consistencia. La sombra como de hombre seguía firme ante Larson, inamovible, impertérrita, incapaz de decir alguna palabra más allá de los signos de sus manos y ese rostro sombrío. 

Larson abrió la puerta con determinación, observo una habitación en penumbras, solo alimentada por el fuego de una chimenea indispuesta, cogió uno de los troncos y lo introdujo en el fuego decrepito produciéndose un chisporroteo entusiasta que alumbro la

estancia. Al darse la vuelta observo una figura en el sillón que había ante él y la chimenea, el sobresalto fue mayúsculo, y la sombra como de hombre ya no estaba ante él, parecía haberse volatilizado. 

Creo que no nos conocemos, pero puede llamarme "El Lobo" todos en la organización me conocen con este sobrenombre, y como bien habrás podido observar te encuentras dentro de uno de los cuarteles generales de La Mano Negra, o Blak Hand, o Blak Handers, dependiendo del periodista que haya escrito sobre nosotros. Pero a diferencia de lo que los informadores hayan escrito, nadie sabe a ciencia cierta a que nos dedicamos realmente. Si toma asiento Sr. Larson kane, se lo voy a explicar, y al final le haré una propuesta que tendrá que aceptar o rechazar, tal respuesta depende solamente de usted. 

Larson se sentó en el sillón al lado del enigmático personaje, aunque había algo en él que le era familiar, aunque no sabía por qué. Como sabrá, _continuó El Lobo, dirijo una organización desde hace muchísimos años, podría decir décadas, pero nuestra historia se remonta a épocas inmemoriales que ha ido pasando de generación en generación sin interrupción. En Italia nos hicimos fuertes ante las sombras oscuras que recorren nuestro mundo entre la oscuridad y la cruel realidad que se ignora. Pero eso sí, para nada somos responsables de los crímenes que nos acometen. Dicha historia negra, se ha dejado correr paralelamente a nuestros intereses entre los periodistas. De esta forma mientras perseguían una sombra ficticia, nuestros más dignos detectives podían trabajar en la más estricta oscuridad. 

No sé si recordará el horrible crimen que la prensa denomino "el asesinato del barril", fue más o menos sobre las 5. 30 am del martes 14 de abril de 1903. En la calle de la Avenida D, se descubrió un barril con el cuerpo de un hombre dentro. La garganta había sido cortada de oreja a oreja, y la cabeza casi cortada del cuerpo con dieciocho puñaladas en el cuello. El cuerpo había sido empujado a la fuerza hacia el cañón con la cabeza apoyada entre las rodillas. 

La policía creía que el barril que una vez había sido utilizado para el envío de azúcar, fue arrojado desde la parte trasera del vagón en las primeras horas. En la base del cañón estaba estampado 'W.T', y en el lateral 'G 228'. Se observó que las puñaladas en el cuello se infligieron antes del corte fatal en la vena yugular, esto significó que el hombre fue atacado mientras dormía o restringido mientras era torturado. Se piensa que la víctima provenía de un entorno bastante próspero, debido a su "persona limpia, buena ropa y uñas recién cuidadas". En su bolsillo había un pedazo de papel, sobre el cual estaba escrito "¡La Mano Negra!", en italiano. 

Pero eso no fue exactamente así, el cuerpo del verdadero asesinado murió de miedo, y cuatro más fueron encontrados en lugares exactamente igual que ese. Sin embargo, el departamento de policía prefirió dar una versión que se ajustará a sus pesquisas y beneficios. La alcaldía tiene sus propios intereses como sabrá. _ Pero, ¿qué tiene que ver todo esto conmigo exactamente, y porque me cuenta todo esto?, _dijo Larson. 

_Tú eres hijo de Katherine Kane. Tu madre fue uno de nuestros activos más queridos para nuestra organización. Y dejó expresamente escrita una carta que debíamos entregarte a su debido tiempo, cuando estuvieras preparado, y ahora lo estás. 

Larson estaba asombrado, los acontecimientos acababan de tomar un giro inesperado, no sabía cómo reaccionar. Parecía no conocer a su madre tan bien como él hubiese deseado. Todos estamos abocados a un destino inexorable, acostumbrados a las sorpresas y a los sobresaltos de la vida. Este era un duro golpe para Larson que debía digerir rápidamente. Larson abrió la carta: 

 "Querido Hijo, es posible que esta carta te haya sorprendido tanto como mi muerte repentina. Si estás leyendo esta carta es porque la organización de La Mano Negra se ha puesto en contacto contigo. Nuestro cometido es muy importante, somos miembros de una Sociedad Secreta que intenta facilitar el equilibrio entre dos mundos. Aunque nuestra sede se encuentra en Nueva Orleans, es en Chicago donde se encuentran ubicados nuestros mejores activos. El bien y el mal están enfrentados desde el origen de los tiempos, y tú formas parte ahora de ello. Nuestra familia ha sido escogida por el destino y ningún acontecimiento puede alterar esto. Por eso te pido que sigas con tu vida de periodista mientras formas parte de la red de detectives en las sombras de La Mano Negra. Sé que vivir bajo un plan de tamaña rigurosidad requiere de todos tus sentidos y esfuerzos, pero sabrás salir a delante. Por favor acepta la propuesta de El Lobo." 

                                              Tu madre. 

 _ Y bien, ¿qué decides, aceptas trabajar para nosotros? _Dijo El Lobo. 

Larson levanto la mirada hacia las ascuas de la chimenea y asintió con la cabeza, con una sensación de inquietud y extrema melancolía, siguiendo con la mirada en el crepitante y constante fuego, sabiendo que el destino al igual que la rotura de las olas en los acantilados son un lenguaje arcano en la naturaleza del cual no se puede escapar. Es por eso que los seres humanos nos movemos entre la fascinación y el pavor, observando siempre como si algo inexorablemente tuviera que emerger de las olas.